La capacidad persuasiva de las metáforas es más que notable. Así lo ha demostrado insistentemente la investigación científica, señalando que el lenguaje metafórico es más persuasivo que el lenguaje literal[i].
De ello son conocedores los actores de la comunicación política, sean estos partidos políticos y sus portavoces, o los medios de comunicación, que pueden utilizar el lenguaje metafórico para encuadrar una noticia, o un hecho en general, estimulando en el público una percepción concreta de las cosas.
Hace poco me encontré con el siguiente titular de un medio de comunicación: “La Policía Municipal desmantela una guarida de ex menas en la Venta del Batán de la Casa de Campo”. Me llamó la atención el término “guarida” que, de inmediato, me trajo a la mente las metáforas sobre animales e inmigración que con tanta frecuencia ha utilizado Donald Trump a lo largo de estos años de carrera política.
Además, el hecho de que tal término apareciera en el titular me recordó también el papel del encuadre de noticias (framing), que define el modo en que el comunicador selecciona ciertos atributos de una realidad para hacerlos sobresalir. Es así como se favorece una interpretación determinada, provocando un sesgo en la percepción del público.
Todo ello en un titular en el que también aparece la expresión “ex menas”. Esto último lo dejaré al margen, centrándome en la metáfora como figura del lenguaje que, como he referido, posee un elevado potencial de persuasión.
¿En qué consisten las metáforas?
El uso de las metáforas no es exclusivo de quienes se ganan la vida mediante la comunicación pública. Todas las personas las utilizamos profusamente en nuestra vida cotidiana como instrumentos de comunicación hasta el punto de que prácticamente no podríamos expresar ideas y conceptos sin ellas.
Las metáforas permiten entender una cosa en términos de otra. Por ejemplo, cuando decimos “El tiempo (A) es oro (B)” estamos transfiriendo al dominio objetivo (tiempo) parte del significado del dominio base (oro), dándonos la oportunidad de captar significados que, de otra manera, no serían fáciles de adquirir. Así, al considerarlo “como oro”, el tiempo pasa a ser un recurso limitado del que se puede disponer en mayor o menor cantidad, que se puede conceder, prestar, perder, ganar, derrochar, ahorrar, empeñar o regalar.
Veamos algunos ejemplos:
Metáfora | Frase que ‘activa’ la metáfora |
---|---|
El tiempo es oro | Dame algo más de tiempo |
El amor es una fuerza física | Me siento muy atraído por ella |
La inflación es una entidad | Hay que combatir la inflación |
La mente es una máquina | Mi cabeza no funciona bien hoy |
Las ideas son plantas | Sus postulados florecieron al poco tiempo |
La vida es una sustancia (y el cuerpo un recipiente) | Está lleno de vida |
Una argumentación es un edificio | Sus argumentos tienen una base sólida y están muy bien estructurados |
Un debate es una batalla | Defendió muy bien sus posiciones |
El hecho es que disponemos de tantos conceptos abstractos, sin concretar en nuestra experiencia, que necesitamos captarlos mediante otros que entendamos con mayor claridad. De ahí que, como afirma Lakoff, las metáforas impregnen nuestra vida.
Mediante las metáforas se establece una equivalencia entre dos objetos o situaciones, si bien tal equivalencia es solo parcial, lo que permite activar el concepto que deseamos, entre otros posibles, y el encuadre cognitivo que servirá de referencia al mensaje.
Esto, desde el punto de vista de la persuasión, es muy interesante al posibilitar dirigir la atención de una audiencia hacia aspectos muy determinados de la realidad, soslayando otros. Además, pueden entenderse mejor al relacionarse más directamente con objetos ya conocidos.
También, el hecho de que una metáfora se vincule a la experiencia física y corporal puede activar emociones que dirijan la opinión, actitud, intenciones y conductas en un sentido determinado.
Otra característica de la metáfora es que no tiene que estar formulada de forma explícita, como cuando decimos que el tiempo es oro, que estamos en guerra contra una pandemia o que los argumentos son edificios. Una palabra puede bastar para activar el marco metafórico correspondiente; sirva como ejemplo la referencia al estudio de Keefer et al. (2014) [iii] del cuadro siguiente.
Metáforas y Evaluación de Soluciones
La investigación de Keefer probó si el encuadre metafórico de un problema de salud influye en la evaluación de soluciones formuladas en los mismos términos que la metáfora. En uno de los experimentos, se expuso a los participantes a una lista de palabras referidas a emociones y estados de ánimo, pero manipularon la apariencia de esas palabras para asociar la depresión con el espacio (la depresión ha bajado), o con la luz (la depresión es oscura).
Y comprobaron que el encuadre de la depresión como metáfora espacial (“la depresión ha bajado”) llevó a los sujetos a preferir un medicamente llamado Liftix (recordemos que en lengua inglesa el significado de Lift es “ascensor”, que se mueve en el espacio hacia arriba o hacia abajo), mientras que enmarcarla en términos de oscuridad favoreció la preferencia por otro, denominado Illuminix.
Trump y las Metáforas de Animales
El lenguaje determina la percepción que las personas tenemos del mundo, siendo imposible desagregarlo del pensamiento y, por tanto, de la acción.
La metáfora estructura el pensamiento y el conocimiento. Y es ideológica, desde el momento en que enfoca la realidad adoptando una perspectiva determinada y oscureciendo, a su vez, otros significados. Se activa entonces un tipo de procesamiento de la información sesgado y fácticamente poco fundamentado.
Me refiero a un procesamiento “poco fundamentado” en el sentido de que las decisiones políticas y de voto están vinculadas con frecuencia a “atajos mentales”. Es decir, a heurísticas de decisión que aplicamos de manera rápida y sin analizar detalladamente la información disponible.
Por otra parte, en la comunicación política un objetivo que se pretende alcanzar con el uso de metáforas es conectar lógica y emoción, lo que facilita la asunción de cierto tipo de soluciones.
Donald Trump conoce esto cuando utiliza metáforas de animales con el fin de provocar desconfianza y miedo hacia la inmigración. Evidentemente, no es el único tipo de metáforas que emplea.
Un estudio reciente[iv] ha analizado cómo utilizó Trump las metáforas conceptuales en tres discursos políticos: el de aceptación de su candidatura, el de su victoria electoral y el discurso inaugural como presidente de los Estados Unidos.
Las agruparon en distintos tipos: metáforas de competitividad, líquidas, del dinero, de las plantas, de la máquina, del contenedor, de la fuerza, del sufrimiento físico, de construcción, espaciales, de movimiento y viaje, de personificación y de objetos.
Además de las metáforas de animales, cuya diana en gran medida fueron las personas inmigrantes:
- “Los inmigrantes ilegales con antecedentes penales están esta noche vagando libremente”
- “Están siendo liberados (por decenas de miles en nuestras comunidades) sin tener en cuenta el impacto en la seguridad pública o los recursos”
- “Uno de esos transfronterizos fue liberado“
Al hablar de “liberar” a los inmigrantes, se evoca la activación del marco cognitivo de una jaula, que al abrirse deja salir a animales salvajes que suponen un peligro para la población. Una vez liberados, los inmigrantes vagan libremente, creando riesgo para otras personas. Los presenta como peligrosos, salvajes e incontrolados, implicando la necesidad de protección
De este modo, el uso de Trump del dominio “animal” sirve para deshumanizar a los inmigrantes y describirlos como subordinados a los ciudadanos estadounidenses.
Aunque la incontinencia del populismo extremo de Trump no necesita metáforas, estando dispuesto a expresar repetidamente y sin tapujos que los inmigrantes son animales.
La narrativa de “La Serpiente”
La narrativa constituye un muy buen recurso persuasivo que, a su vez, puede contener metáforas o tener a estas como base del argumento.
Durante la campaña electoral, al subir al escenario en los mítines, Trump solía llevar un papel en el bolsillo preparado para utilizarlo cuando juzgaba que era el momento adecuado.
Entonces, lo extraía de la chaqueta y leía una historia acerca de una mujer de corazón tierno que, de camino al trabajo, encuentra una serpiente. La mujer la recoge y la envuelve en una delicada tela de seda, alimentándola con leche y miel.
Al regresar a casa, acaricia a la serpiente y admira su belleza, pero la serpiente, debido a su verdadera naturaleza, le muerde hiriéndola de muerte. En la conversación entre la serpiente y la mujer, esta pregunta por las razones de tal traición, y la serpiente le dice que debería haber actuado mejor, teniendo en cuenta la verdadera naturaleza de las serpientes.
Esta historia la contaba en el contexto de su discurso antiinmigración.
Por ejemplo, el 23 de febrero de 2018, Donald Trump enfocó la intervención describiendo a los inmigrantes como malas personas, asesinos y terroristas, calificándolos de amenaza a la seguridad nacional. Y es en ese ambiente discursivo que extrajo el papel de su bolsillo, comenzando a recitar el poema The snake, mientras insistía a su público para que pensaran en términos de inmigración.
Utilizó esta narración repetidamente. Un ejemplo de su puesta en escena lo tienes en este enlace. Evidentemente, no es difícil identificar el dominio base y el dominio objetivo de esta metáfora extendida.
Por cierto, el autor de la letra de esta canción fue Oscar Brown Jr., activista y miembro del Partido Comunista. Sus hijas no estuvieron muy de acuerdo con el uso que hizo Trump del texto de su padre.
El Mundo y las guaridas
Con esos antecedentes, reconozco que me sorprendió el titular del diario El Mundo. El uso del término “guarida” está tan en consonancia con lo anterior, que requiere poca explicación. Sí que el diccionario de la RAE tiene varias acepciones, pero la primera es aquella que, generalmente, viene a la mente de cualquiera: Cueva o espesura donde se guarecen los animales.
Quizá el encuadre resultaba tan evidente, que alguien debió pensar en suavizarlo. Y así se hizo, de forma que, al poco, el titular era otro.
Sin embargo, en el cuerpo del artículo nos encontramos con el mismo texto del titular original. Al principio, que es como se enmarcan las cosas para provocar sesgos. Y, cómo no, es una de las condiciones para que una metáfora surta más efecto.
Y esto es así porque situar la metáfora al principio se relaciona con el potencial que posee para estructurar el mensaje en torno un esquema mental determinado.
Por ejemplo, ante una narrativa que describía el crimen como un virus que infecta a la ciudad, los receptores del mensaje se inclinaron más hacia políticas dirigidas a la erradicación de la pobreza y la mejora de la educación; frente a quienes se les presentó la metáfora en términos de una bestia que abusaba de la ciudad, que fueron más propensos a la aplicación de una legislación más dura. Ambas metáforas fueron más eficaces cuando se presentaron al principio del mensaje[v].
Cómo citar este artículo:
Talavera, C. (2023, 13 de enero). Metáforas, Trump y El Mundo. Persuadir e Informar. Consultado el __ de _________ de 20__ en https://www.presentacionespublicas.com/metaforas-trump-y-el-mundo/
[i] Sopory, P. y Dillard, J. P. (2002). The persuasive effects of metaphor: A meta-analysis. Human Communication Research, 28(3), 382–419. El estudio más completo. También, por ejemplo, el metaanálisis de: Van Stee, S. (2018): Meta-Analysis of the Persuasive Effects of Metaphorical vs. Literal Messages, Communication Studies, 69:5, 545-566- ha confirmado las conclusiones del estudio de Sopory y Dillard sobre la superioridad de la metáfora respecto al mensaje literal.
[ii] Talavera, C. (2022). Persuadir e informar. Un enfoque práctico y científico para presentaciones públicas, (pág. 288). Uno Editorial.
[iii]Keefer, L. A., Landau, M. J., Sullivan, D. y Rothschild, Z. K. (2014). Embodied metaphor and abstract problema solving: Testing a metaphoric fit hypothesis in the health domain. Journal of Experimental Social Psychology, 55, 12–20.
[iv] Pilyarchuk, K. & Onysko, A. (2018). Conceptual Metaphors in Donald Trump’s Political Speeches: Framing his Topics and (Self-)Constructing his Persona. Colloquium: New Philologies. 3. 98-156.
[v] Thibodeau, P. H. y Boroditsky, L. (2011). Metaphors we think with: The role of metaphor in reasoning. PLoS One, 6(2).