El término “Galope de Gish” (Gish Gallop) ha tomado cierto protagonismo desde el debate electoral del lunes, entre Pedro Sánchez Castejón y Alberto Núñez Feijóo. La conversación gira en torno al uso de mentiras, medias verdades, falsedades y bulos por parte del ex presidente de Galicia. La cuestión no es tanto la expresión de unos y otras, sino el hecho de que su utilización pueda responder a una estrategia sistemática.
Quizá lo primero sea definir en qué consiste para, después, exponer ejemplos no solo del debate en cuestión, sino de algunos consumados jinetes de falsedades y mentiras. Finalmente, y este es el principal objetivo de este artículo, ofrecer recomendaciones para enfrentar esta técnica de manipulación, que no de persuasión retórica[i].
Definiendo el “galope de Gish” o Gish Gallop
El Gish Gallop es una táctica que se utiliza en debates y discusiones (no solo políticas) consistente en presentar una gran cantidad de argumentos incorrectos, irrelevantes o absurdos, afirmaciones falsas, verdades a medias y mentiras descaradas. Todo ello en un breve intervalo, de forma que el interlocutor queda abrumado, sin tiempo para organizar sus respuestas y responder, así, adecuadamente a la “metralleta de falacias”, expresión que también se aplica a esta práctica.
Pero el jinete no razona necesariamente; expone una tras otra sus aseveraciones sin fundamento, sin necesidad de vertebrar tesis, evidencias y garantías (lo mínimo de la argumentación). Y, cuando lo hace, malversa los argumentos a través de “hechos” falsos, incongruentes o irrelevantes.
Porque su objetivo es atosigar al oponente, convenciendo a la audiencia de que la verdad y los “hechos” están de su lado. Aquí, además, entra otro elemento, y es que con mucha frecuencia procesamos la información mediante “atajos mentales” que, por ejemplo, nos hacen valorar más una idea según una heurística de cantidad: a más datos citados como apoyo, más meritoria se percibe una propuesta. Aunque tales “datos” sean mentiras, o verdades a medias, encadenadas una tras otra. Eso sí, velozmente.
La cuestión es que difundir mentiras es fácil y requiere poco esfuerzo, mientras que refutar esas mentiras requiere mucho más tiempo y energía. Por eso, se trata de deponer falacias a un ritmo elevado. Porque cuando intentas refutar una, ya saldrá otra, en un galope persistente.
Gish y el origen del término
Duane Tolbert Gish (1921-2013), doctorado en bioquímica en Berkeley, fue un destacado creacionista. Vicepresidente del Instituto para la Investigación de la Creación (ICR), defendía que la vida y el universo fueron creados por un ser divino, y que el Génesis debe considerarse un libro histórico.
Gish destacó por su participación en debates públicos y conferencias sobre el creacionismo y la teoría de la evolución. Su mecánica consistía en presentar rápidamente una gran cantidad de argumentos y afirmaciones sin dar tiempo analizar cada uno de ellos, dificultando su refutación.
Mediante esta estrategia, sobrepasaba a sus oponentes con argumentos falaces, malentendidos o lagunas científicas. Generaba entonces una percepción de debilidad de la teoría evolutiva, promoviendo en su lugar la idea alternativa de un diseño inteligente.
Una descripción del estilo de Gish es la que elabora el experto en teorías de la conspiración, John Grant [ii]:
«Gish insistiría en que su oponente fuera primero. Después de que aquél terminaba con su argumento, Gish comenzaba a hablar muy rápidamente, desgranando una larga serie de «hechos». Por supuesto, su oponente ni siquiera tenía la oportunidad de anotar todos esos «hechos», y mucho menos de averiguar si eran o no correctos».
Ante eso, se presentaban dos alternativas. Bien ignorar la verborrea de Gish, lo que puede interpretarse como aceptación de las falacias y mentiras; o responder a todos los puntos, o al menos a los que se pudiera dentro del tiempo disponible. Esto es difícil, sobre todo si no se está preparado para una situación así.
El hecho es que el creacionista participó, y con un éxito sobresaliente, en más de 300 debates con académicos y científicos (al menos, según el ICR).
En 1994, Eugenie Scott, entonces directora del Centro Nacional para la Educación Científica, acuñó el término «Gish Gallop» para referirse a este enfoque de manipulación.
El Galope de Gish, otra estrategia trumpista
El galope de Gish es una traslación a los debates de la idea del ex asesor de Donald Trump, Steve Bannon: “La verdadera oposición son los medios de comunicación. Y la forma de lidiar con ellos es inundar la zona con mierda”. El objetivo principal no es reforzar una narrativa o colocar mensajes, sino desorientar, confundir a las audiencias hasta el punto de que no sepan distinguir entre verdad y mentira. En suma, situar la realidad en una oscura e imprecisa nube donde todo se confunde, lo que se favorece desde las redes sociales, con los ejércitos de bots y troles aumentando el ruido y la confusión.
El periodista Mehdi Hasan describe someramente las falsedades de Donald Trump en su primer debate presidencial con Joe Biden [iii]. Contabilizó 13 mentiras en los dos primeros minutos, a razón de 1 cada 9 segundos.
Para desmontarlas, el demócrata debía de haber desarrollado los siguientes puntos. Puedes juzgar si realmente era posible en un tiempo limitado, máxime teniendo en cuenta que, en cualquier momento, Trump podía poner en la palestra otra tacada de mentiras, algo probable, teniendo en cuenta que se llegaron a identificarle más de 3000 mentiras en 466 días.
| Sí hubo una transición tras su victoria. | Las papeletas del voto por correo no fueron un desastre. |
| Hillary Clinton no es una criminal. | No hubo fraude electoral. |
| Ella no lanzó un golpe de estado contra él. | No se encontraron papeletas de voto en los arroyos. |
| No hubo espionaje en su campaña. | La elección no fue amañada. |
| Nadie fue “cazado” espiando. | No pasó nada en Manhattan, Nueva Jersey o Virginia. |
| No había nada grabado. | Nadie puede votar después del día de las elecciones. |
| No todos recibieron dos papeletas de voto. |
Galopando en el cara a cara Sánchez – Feijóo
Que las técnicas comunicativas de la extrema derecha norteamericana se han importado en España es algo de lo que no cabe duda. Basta con recordar la frase del ultraderechista Bannon y exponerse a las “noticias” de un gran número de medios.
Sí es nuevo su manejo en los debates. El pasado día 10, al poco empezar el cara a cara fui consciente de ello. La cantidad de datos falsos, insidias, mentiras a medias (y también completas, que de todo hubo) no parecían errores puntuales, ni intentos de presentar la realidad desde puntos de vista diferentes y favorables a las tesis del candidato de la derecha. Esto es lo lógico, en eso consiste precisamente la retórica; en persuadir, convencer, cambiar actitudes, o reforzarlas, según el público al que se dirijan los discursos.
Pero tal cantidad, tal magnitud de “errores” no podían ser algo anecdótico. Solo podía obedecer a una estrategia cuidadosamente elaborada. Feijóo galopaba como el Gish negacionista, o el Trump antidemócrata.
Veamos algunas de esas afirmaciones falsas [iv]:
| “Usted ha sido el presidente de la democracia que menos empleo ha creado”. | “La excepción ibérica la va a derogar la Unión Europea”. |
| “Usted sabe que tenemos menos autónomos que en 2019”. | “Hoy el juez ha archivado el caso [Pegasus] por falta de colaboración de usted”. |
| “Recuerde que votamos a favor de revalorizar las pensiones … Siempre, siempre”. | “No ha explicado en el Congreso el cambio de posición del Gobierno respecto al Sahara Occidental”. |
| “España es el último país en recuperar el PIB prepandemia con la República Checa”. | “Teníamos un pacto de estado [violencia machista] y todos lo habíamos firmado, salvo podemos”. |
| “Usted ha subido los impuestos 42 veces”. | «El único lugar de España en el que la educación infantil es gratis en este momento es en Galicia» |
| “La UE ha incrementado su deuda un 8% sobre PIB y usted el 16%”. | “Usted era consejero de una caja y la quebró. También quebró usted Caja Madrid”. |
| «Es el presidente que más deuda ha metido». | “Se ha incrementado la ocupación de viviendas desde que usted es presidente”. |
| “Se han calificado más de 2.500 viviendas protegidas en Galicia entre 2018 y 2019”. |
Cómo responder al Galope de Gish
No es fácil. Sobre todo, si no estás prevenido. Y ahí vino mi segunda sorpresa del debate (la primera fue un «galope» tan evidente): ¿nadie había preparado a Sánchez para responder a esta estrategia? Dado que no es algo nuevo y que, sobre todo, la “inundación” de la que hablaba Bannon hace tiempo que está en marcha en nuestro país, me pareció un gran error.
Pat Bagley | Copyright 2012 Cagle Cartoons
No es fácil, insisto. Barak Obama se enfrentó en 2012 a una situación similar en el primer debate con Mitt Romney. No anduvo muy afortunado, porque el Gish Gallop de Romney funcionó. Al respecto, el expresidente alegó días después que estaba allí para hablar con el pueblo estadounidense; y si hubiera pasado todo su tiempo refutando y desacreditando las mentiras, declaraciones erróneas y nuevas posiciones de Romney sobre todos los temas, no habría tenido la oportunidad de hablar sobre sus propias posiciones.
La verdad es que lo tuvo difícil, pero sí utilizó posteriormente sus intervenciones públicas para poner en evidencia las mentiras y recordar la obligación que todo candidato a presidente tiene: no mentir.
“Entonces, el gobernador Romney puede bailar alrededor de sus posiciones, pero si quiere ser presidente, le debe la verdad al pueblo estadounidense”.
Mehdi Hasan, en su estupendo libro, nos da valiosas claves sobre cómo responder al Galope de Gish. Pero no olvidemos que gran parte de la dificultad estriba en no poder responder a todas las falacias.
Hay varias posibilidades, como hacer una refutación por temas o por puntos agrupados, en lugar de abordar cada falacia individualmente. Otra, que se puede combinar con la anterior, es pedir al jinete de Gish que justifique alguno de los argumentos incorrectos.
El esquema que propone Hasan (y que ha aplicado con éxito en situaciones similares) contiene tres puntos:
- Elegir la batalla.
- No moverse.
- Acusarlos.
Elegir la batalla
El mejor modo de comenzar es identificar los eslabones más débiles de la cadena de mentiras y argumentos falaces. Hay entonces que señalar la debilidad de la afirmación, destacarla y presentarla como algo característico de la estrategia Gish Gallop. Esto pondrá a la defensiva al interlocutor, lo que en un debate es bueno.
No moverse
Hay que evitar la sucesión de falacias, y que aparezcan otras nuevas mientras se produce la refutación. Esto en general es lo que hay que hacer en una discusión: centrarse en el tema sin permitir que nos saquen de él. Piensa que el Galope de Gish se basa precisamente en abrumar con más y más desinformación. Por eso, para lidiar con ello deberás detener la secuencia, sin permitir que se pase a la siguiente falsedad.
Acusarlos
Dice Hasan, con razón, que el Gish Gallop es un problema serio. Y un gran desafío, porque “el oponente cautiva a la audiencia con un flujo de afirmaciones rápidas e impactantes, sin importarle lo absurdas o exentas de evidencias que puedan resultar cuando se examinan más de cerca. ¡Especialmente si no hay tiempo para un examen más detallado!” [v].
Así, que no tiene inconveniente en llamar a las cosas por su nombre. La audiencia merece saber con precisión qué es el Galope de Gish, qué supone como táctica de desorientación y desinformación, y quién la está utilizando.
Un ejemplo de lo anterior es la entrevista que Jonathan Swan, corresponsal político de Axios (serie documental de noticias, reportajes y entrevistas), hizo a Donald Trump. Te invito a que le des un vistazo a este fragmento de la entrevista.
Swan no dejó que se deslizara una larga serie de estadísticas poco fiables. Eligió la batalla y no se movió.
Otro ejemplo es la entrevista que el propio Hasan hizo a Steven Rogers, miembro del consejo asesor de campaña de Trump. El periodista preparó, junto con su equipo, una lista de posibles mentiras que utilizaría Roger, decidiendo centrarse especialmente en una, referida a la construcción de seis nuevas acerías. Consulta el video, porque muestra bien cómo actuar.
1. Elegir la batalla (factorías de acero).
2. No moverse («Sé que es difícil para ti; sé que quieres tratar de defenderlo»).
3. Acusarlos («Quieres seguir porque sabes que es una mentira»)
Una última anotación
Anoche (día 13), daba una última revisión al artículo. En la televisión pública se retransmitía el debate entre los portavoces de los grupos parlamentarios. Escucho una voz lanzando mentiras encadenadas; ¡otra vez!, pienso. Pero más adelante alguien replica criticando la táctica de lanzar una mentira tras otra, tras otra … Y menciona el «Galope de Gish», explicando brevemente en qué consiste. Sonrío.
Notas
[i] La discusión sobre manipulación y la retórica data de la Antigua Grecia. Así, Aristóteles afirmaba que la retórica se caracteriza por el uso de la lógica y la dialéctica, es decir, por la persuasión mediante argumentos plausibles. Discrepaba fuertemente de los sofistas, como Gorgias e Isócrates, para quienes la retórica era un instrumento de manipulación. Por ejemplo, además de apelar a las emociones, uno de los procedimientos de la retórica sofista era hablar en largos discursos, en lugar de debatir mediante el diálogo.
[ii] Grant, J. (2019). Debunk It! Fake News Edition: How to Stay Sane in a World of Misinformation. Zest Books, pág. 55.
[iii] Hasan, M. (2023). Win Every Argument: The Art of Debating, Persuading, and Public Speaking. New York: Henry Holt and Company. El capítulo 11 lo dedica íntegramente al Gish Gallop.
[iv] La verificación de los datos puedes hacerla consultando estos enlaces:
- Las mentiras e inexactitudes que dijo Feijóo en el debate – AS.com
- ‘Fact Checking’ del debate: grandes mentiras (e inexactitudes) de Feijóo sobre los datos económicos del cara a cara con Sánchez | Actualidad | Cadena SER
- Mentiras y medias verdades del debate entre Sánchez y Feijóo | Elecciones generales 23J | España | EL PAÍS (elpais.com)
- Todas las mentiras de Feijóo en el cara a cara con Sánchez (elplural.com)
- Feijóo enfanga con mentiras el único debate electoral (eldiario.es)
- Miente que algo queda: ocho falsedades de Feijóo y dos de Sánchez en el debate (infolibre.es)
- Las mentiras de Feijóo que Sánchez no supo desmentir en el cara a cara | Público (publico.es)
- El ‘galope de Gish’ o las mentiras de Feijóo – dp (diarioprogresista.es)
[v] Hasan, M. (2023), pág. 157.
Cómo citar este artículo:
Talavera, C. (2023, 14 de julio). Qué es el “Galope de Gish” (Gish Gallop). Consultado el __ de _________ de 20__ en https://www.presentacionespublicas.com/que-es-el-galope-de-gish-gish-gallop/
